En palabras sencillas, la comunicación punto a multipunto (P2MP) es un paradigma de red donde un único dispositivo transmisor se comunica con múltiples dispositivos receptores, a través de un medio compartido.
Esta arquitectura de red sirve como base para una amplia gama de aplicaciones, donde por citar algunos ejemplos tenemos la provisión de servicios de banda ancha inalámbrica a múltiples usuarios en un área geográfica determinada, la difusión de contenidos audiovisuales y los sistemas de videovigilancia para conectar una estación central de monitoreo con diversas cámaras.
La creciente dependencia de las redes P2MP para soportar infraestructuras críticas, operaciones comerciales y servicios públicos subraya la importancia fundamental de implementar medidas de seguridad robustas.
La entrega de acceso a Internet en áreas remotas y la coordinación de respuestas ante emergencias, son hoy día igual de importantes. Por tanto, la seguridad de P2M2 impacta directamente en la fiabilidad y la confidencialidad de los datos que se transmiten.
En ese sentido, la arquitectura de los enlaces de comunicación punto a multipunto ofrece características inherentes que pueden contribuir a la seguridad de la red, siempre que se implementen y gestionen adecuadamente.
Al permitir que un único transmisor disemine información a múltiples receptores de manera simultánea, se reduce la necesidad de establecer y mantener numerosas conexiones punto a punto individuales (P2P, de los cuales hablamos en el post anterior), para lograr el mismo nivel de conectividad.
Una gran ventaja de P2MP es poder administrar la seguridad desde el centro hacia los bordes. Esta simplificación de la infraestructura de red puede disminuir la complejidad general que un atacante podría potencialmente explotar.
En lugar de asegurar múltiples enlaces independientes, el enfoque se centra en proteger el nodo central y el medio compartido, lo que podría facilitar la implementación de medidas de seguridad coherentes.
Esta topología de red facilita la gestión centralizada de la seguridad, debido a que un punto central puede tener la capacidad de aplicar políticas de seguridad, administrar controles de acceso y monitorear la actividad de la red para todos los puntos finales conectados.
Pero, ¿cómo reducir los riesgos de ataques en un medio compartido?
Aunque las redes P2MP utilizan un medio de comunicación compartido, a menudo se pueden configurar para evitar la comunicación directa entre los puntos finales. La comunicación típicamente fluye a través de un hub central, lo cual permite el control y la supervisión de todo el intercambio de datos.
Este aislamiento lógico puede limitar el movimiento lateral de amenazas dentro de la red. Si un punto final se ve comprometido, es posible que no pueda atacar directamente a otros puntos finales ya que la comunicación está controlada por el nodo central.
Esta restricción en las rutas de comunicación puede dificultar la propagación de malware o ataques a través de la red. Puede ello potencialmente reducir la superficie de ataque general, al limitar el número de interconexiones directas que un atacante podría intentar explotar.
Considerando que la seguridad de P2MP reside en la implementación robusta de controles, su configuración idónea va desde un cifrado fuerte, pasando por mecanismos estrictos de control de acceso, monitoreo continuo de actividades anómalas y hasta la aplicación oportuna de parches a las vulnerabilidades.
Si bien las redes P2MP son una solución segura y eficiente para diversas necesidades de comunicación, las organizaciones tienen el deber de priorizar un enfoque de seguridad integral y en capas.
Asimismo, lo es adherirse a las mejores prácticas para mitigar los riesgos inherentes asociados con dicha topología y para protegerse eficazmente contra el panorama cambiante de las amenazas cibernéticas, algo que en definitiva es más factible hacer con el acompañamiento de un comprometido y responsable proveedor de telecomunicaciones.
Jorge Espinoza